TOP

¿Andrés Calamaro aún no graba su mejor disco?

Cargar la Suerte es la nueva colección de canciones de Andrés Calamaro: una serie de instantáneas para sorprender a través de sus historias y el tejido sonoro. ¿Acaso es uno de sus mejores discos?

“¿Es mucho decir que es el mejor disco en 40 años? Porque está ahí Alta Suciedad en medio, pero en muchos sentidos esta es mi mejor grabación en 40 años”, es una de las sentencias que revela Andrés Calamaro en esos días en el estudio, momentos en que apenas cobraban vida las 12 canciones de Cargar la Suerte.

“Verdades Afiladas” era un encuentro con el desamor y la promesa del olvido, una primera señal para imaginar lo que Andrés Calamaro guardaba bajo la manga. Desde los primeros días de escucha, medios especializados y sus más grandes escuchas señalaban esa esencia del músico argentino y el acercamiento a Alta Suciedad y Honestidad Brutal. No por nada, también se convirtió en el primer track del nuevo álbum.

Incluso, él lo detecta. Esa primera frase que citamos es clave y parte de un mini documental en el que registró esos días en los estudios Sphere de Los Ángeles. En ella acepta que esta nueva etapa musical es una de las mejores que concretó e lo largo de sus 40 años en la música.

El poder instrumental, los ambiciosos arreglos, el alma y sensibilidad de un músico como él quedó encapsulada y contó con dos cómplices esenciales en su carrera: Gustavo Borner como productor y la dirección técnica más los arreglos de Germán Wiedemer.

En este breve registro audiovisual de Cargar la Suerte cada músico que fue parte de las sesiones de grabación, quedaron asombrados con la claridad, honestidad, pasión y genialidad que encontraron en Calamaro.

Desde los primeros segundos y hasta los últimos (cuando todo parece que terminó, no es así y hay más por descubrir en la canción 12) las canciones no te soltarán. Con el uso de la primera persona, cada escucha se apropia verso a verso de “Cuarteles de Invierno”, “Siete Vidas”, “Falso LV” o “Egoístas”.

“Cuarteles de Invierno” es una declaración en la que imaginamos a Calamaro en un acto de honestidad sobre esos días en los que regresa a la realidad de Buenos Aires y la transforma en una de “cosecha de canciones” y en “pequeñas grandes cosas: Justo como los arreglos orquestales que envuelven a la canción.

“Las Rimas” es otro de esos grandes momentos de Cargar la Suerte. Sin necesidad de ocultar nada desde el título, encara una nueva manera de expresarse soltar esas rimas que andaban sueltas entre cuadernos llenos de ideas. “Si puedo, despierto a los cerebros dormidos / Que vuelvan los hijos y los nietos perdidos” es el final de la canción y las rimas más poderosas.

Con “Mi Ranchera” descubrimos su manera de reinterpretar el género. A diferencia de lo explicita que es “Las Rimas”, el track número siete solo tiene el sentimiento en la voz e historia que canta Andrés, pero sonoramente contempla otros paisajes instrumentales.

La idea de no hacer una típica canción ranchera surge de una charla que tuvo con Guille Galván, guitarrista de Vetusta Morla (como confesó durante una conferencia de prensa en la Ciudad de México). Los dos llegaron a la conclusión de que no tenía que sonar a una canción del género porque instantes como el siguiente tienen la fuerza suficiente para emocionar:

“Mi ranchera es la vida que me toca

En la mesa del rincón estoy bebiendo

Siento tanto el sentimiento que me quema

Mientras tanto, por inercia voy viviendo”

Todo cierra con “Voy a Volver”, declaración para preguntarse “¿Por qué vivir? Y conseguir muchas respuestas. El final perfecto para una de las grandes obras de Andrés Calamaro y la pregunta ¿Aún no graba su mejor disco? Porque si no es así, imaginen lo que nos depara descubrir de la genialidad de El Salmón.

Desde el 2 de noviembre el disco está disponible en todas las plataformas digitales y tendrá una especial edición en vinilo, la cual le dará una dimensión distinta a cada canción del lado A (que termina con “Siete Vidas) y B (arranca con “Mi Ranchera).

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Andrés Calamaro (@a_calamaro) el